Antes de empezar, me gustaría que dieran clic derecho en el vínculo de abajo y elijan la opción "Open in new tab", para que puedan escuchar la canción que se muestra. El motivo es, que este track sería el correspondiente al día 1, después de terminado este proyecto. Mañana, esta será la canción que estaré escuchando insistentemente, pero no quiero que sea la última que se escuche en este blog.
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En este tiempo:
Le dediqué mi primer libro pop up, le hice al menos 80 invitaciones a salir, traté de contactarlo a lo largo de estos 100 días de manera diaria, continué a base de provocarme vómitos al ingerir desaires, soprté decepciones, plantones y actitudes sin sentido, hice todo lo que estaba entre mis manos para que comprendiera, para demostrarle, para hacerle sentir al pirata qué tan importante es él para mí.
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Viví, sufrí y gocé cada momento. Siento que debí haber hecho más cosas, que debí aventurarme más, que pude haber sido más insistente, pero reconozco que también hice mucho más de lo que la mujer promedio podría hacer.
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Como lo escribí anoche, nadie me prometió la victoria, por lo tanto, no se trata de recoger un premio ya que se cumplió el plazo, porque no había reglas en esto. El pirata no prometió nada, no se comprometió a nada. Y tampoco creo que se trate de merecer o no merecer algo. Lo que siento por él no murió, sin embargo, esta energía poco a poco se transforma en otra cosa y al no retroalimentarse de nada, se apagará gradualmente mi interés.
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Del mismo dolor, vendrá un nuevo amanecer.
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No es que quiera dejar de buscarlo por rencor, sólo ya no quiero pasar por la angustia y la impaciencia de esperar que me responda, ya no quiero más frustraciones con él, no necesito tirar más flores a la basura, ni encasillarme en el sentimiento de que él estuvo a mi lado después de momentos difíciles para mí.
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Quiero quedarme con ese abrazo eterno que nos dimos durante la sesión de fotos, con las noches que nos quedábamos despiertos hablando y que él me pedía que me quedara ya a ver el amanecer con él, con ese primer beso que nos dimos casi sin querer y sin saber cómo continuar, con su cabeza recargada en mi hombro, con desayunar juntos, con las caritas.
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Mi ganancia es que los 100 días son míos, y de nadie más, como quien vela sus armas toda la noche para armarse, listo a dar batalla y quedarse con sus hazañas.
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¿Qué haré en caso de que me busque? Ese no es problema. Ya sé que no lo hará. Estoy segura.
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Las Conclusiones:
No volveré a hacer esto por (obviamente) nadie más.
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¿Por qué lo escribí todo?
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La verdad, escribí para mantenerme en un estado mental más cercano a la estabilidad, manteniéndome alejada de posibles actitudes patológicas.
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Y así como tuve la fuerza de seguir hasta el final, hay que tener la fuerza y la voluntad para dejarlo todo atrás.
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¿Tristeza?
Yo diría que Nostalgia. Fue un buen amigo. De hecho, lo sigue siendo. Un gran amor. Pero nunca sabré qué tan buena pareja pudo haber sido.
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Me alegra haberle hecho pasar buenos momentos durante estos 100 días y haber recuperado un poco de lo que tuvimos, y también haberme dado cuenta de que sí existe algo entre los dos... Bueno, existió. Y fue auténtico, lo sentí por sus besos espontáneos, naturales y francos.
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Ya no me intriga saber qué sintió él por mí, porque yo tengo claro lo que siento por él.
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A veces alguien llama a la puerta o a la ventana e imagino que es él, diciéndome que se ha dado cuenta de que debemos estar juntos. Esos sueños los tenemos los creativos con mucha más frecuencia de la que quisiéramos. Podría ser una buena idea para finalizar algún guión en un futuro.
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¿Ningún pirata vale 100 días?
Para mí, éste los valió.
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Pero ni un día más.
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Poder decir adiós...
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...es crecer.
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Ahora escuchen esta canción, que tampoco es la final.
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Hoy vino Mi Muy Mejor Amigo a felicitarme por haber llegado al día 100. ¿Lo ven? Se los dije: estuvo aquí para el momento culminante. Y no sólo eso, sino que me recomendó esta excelente canción, que encapsula exactamente el sentimiento que me llena el corazón en este preciso instante.
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¿El pirata no merece un amor como el mío?
El amor no tiene que merecerse, porque es una mezcla de reacciones químicas, de sicología, experiencias que hemos vivido y algún toque que la ciencia no ha podido definir.
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En estos últimos días, el pirata dijo:
"Esto de los 100 días, en lugar de sumarte puntos, te los restó".
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No se trataba de ganar puntos, pirata.
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¿Y ahora, qué sigue?
Hay que guaradr las cosas lindas para recordarlas en alguna noche fría de algún mes próximo. Es momento de no dejar de creer, de aceptar que mis motivos para escribir fueron válidos, que la lucha fue independiente de los resultados.
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Es hora de caminar a solas, de despuntarme el cabello, de hacer ese recorrido postergado y seguirme de largo por la costumbre de seguir corriendo a las 4 am. La reciprocidad es más aleatoria que merecida.
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Nuestros caminos se separan y mi premisa es "que sólo se vive estando en la aventura". Vivir lo que vivimos es realmente vivir. Soy afortunada por haberme reflejado en tus ojos de pirata mientras respiraba en tu boca.
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Ahora sí, la canción final, me hace recordar las noches que estuvimos cerca, las escenas de película que vivimos y que el corazón de esta pirata no tiene más que dar a Will Turner. Pero donde quiera que estés, pirata de mis amores, sé que recordarás el significado de querer aproximarte y quedarte ahí, muy juntos, como cuando la cámara da un inesperado zoom.
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Quizás mañana despertaré queriendo soñarte. No te enviaré cenizas de rosas, pero pienso evitar todo tipo de roce de aquel amor de música ligera.
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Nada nos libra, nada más queda.
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Soda Stereo
(Se exige escucharla a todo volumen)